Hacia la medianoche alguien llamo a la puerta de la casa donde los niños de entre 12 y 14 años, sin ningun adulto en casa, tocaeron a la puerta, abrieron y se encontraron con Brett Hayes, un vecino de que tenia 50 años. El hombre le pidio a los niños que algunos de ellos salieran con el a dar una vuelta, los niños se negaron y le dieron con la puerta en la cara.
Al cavo de unos minutos el tipo volvio a la puerta llevando un cuchillo de 30 centímetros, dando vueltas a la casa y gritando que alguien de los que había dentro “debía morir”. Asi pasaron los chicos, aterrados, unas largas tres horas.
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